DOS TORRES (MORDOR INTEGRAL)

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Un Toro armando el R1 con el gran cañón de fondo

PRIMERA EXPLORACIÓN:  #1) Toros Canyoning Group, Febrero 2022

INTERÉS: 5/5

Dos Torres es la ruta más volcánica jamás aperturada por los Toros y, por lo tanto, se desarrolla en un ambiente muy extremo. Dependiendo del nivel de gases y de la dirección del viento, los pulmones y las vías respiratorias pueden fácilmente irritarse en este sector. El agua es ácida y puede causar daños a las cuerdas y demás equipo vertical.  El terreno es muy inestable, ya que consiste en rocas volcánicas y cenizas compactadas, lo cual hace que los anclajes sean difíciles de colocar.  Si el volcán hiciera erupción, la muerte sería prácticamente garantizada.  Los lahares bajan directamente por esta ruta y destruyen en forma absoluta todo a su camino. 

Habiendo dicho esto, el paisaje lunar de esta zona es tan espectacular que nos ha dejado sin aliento.  ¡Dos Torres es una experiencia única en el mundo de canyoning! Finalmente, logramos hacer esta ruta junto con Mordor de forma integral.  La ruta arranca a menos de 1 km del cráter activo del volcán Poás y sigue el profundo cauce del río Desagüe por 1,7 km hasta unirse a Mordor por la Torre de Barad-dûr. Tiene una longitud total de 2,9 km, 550 m de desnivel, 18 rapeles, muchos saltos, pozas y vistas para disfrutar a lo largo de todo el recorrido.

Allan salta hacia unoa de las pozas cristalinas

Dos Torres

 
 
 

Permiso

El propietario de la finca por la cual debimos pasar para llegar al sector de Quemaderos (donde inicia Dos Torres) es Omar. Consultamos con él para obtener el derecho de paso por su propiedad. Omar cuenta con un rancho donde nos permitió acampar y estacionar los vehículos, y el cual sirvió como punto de partida perfecto para nuestra ruta. Contactamos a Omar o su esposa Dayana por medio del teléfono +506 8367-5492.

PELIGROS VOLCáNICOS

Este cañón está expuesto a potenciales lahares. En abril de 2017, el volcán Poás tuvo la erupción freática más fuerte en 63 años, lo cual resultó en múltiples lahares que arrasaron con todo en su camino. Estos flujos de material volcánico provienen del cráter y las laderas del volcán, y forman fuertes deslizamiento de lodo, ceniza y agua. Dentro del cañón, observamos el efecto erosivo hasta decenas de metros sobre el nivel del cauce. Cualquier equipo de barranquistas atrapado aquí durante un lahar tendría muy pocas (o nulas) probabilidades de sobrevivir.

Volcán Poás en 2017 en plena actividad

Dado que el Poás es un volcán activo, la emanación de gases tóxicos es continua y varía en su intensidad. En la reapertura de Mordor, en enero 2019, tuvimos que usar máscaras con filtros para vapores orgánicos marca 3M para protegernos de una fuerte emanación de gases.

El agua del río Desagüe es ácida debido a su cercanía con la laguna cratérica del Poás, la cual tiene un pH cercano a 0; por esto, es una de la lagunas naturales más ácidas en el mundo.  En la apertura de Dos Torres, medimos el pH a la altura de la cabecera del R1 y era de 3,5. Tuvimos particular cuidado en no exponer innecesariamente al agua nuestras cuerdas, arneses, cinta tubular, etc.

Aproximación

Desde el rancho de Omar sobre la ruta 708, caminamos hacia el sur en dirección a Bajos del Toro por unos 680 m hasta encontrar una entrada de lastre a mano izquierda. Subimos por ella hasta un portón de malla, el cual (luego de haber obtenido el permiso de Omar) abrimos y seguimos por la carretera.

Avanzamos (en dirección SE) unos 270 m por la carretera de lastre hasta encontrarnos un desvío a la izquierda, el cual tomamos. Desde el desvío, avanzamos unos 580 m más, siempre siguiendo la carretera de lastre, hasta encontrarnos otro desvío a la izquierda que desciende a una quebrada.

Tomamos el desvío y cruzamos la quebrada, luego de la cual avanzamos por senderos. Avanzamos unos 40 m siempre en dirección SE hasta tomar un rumbo levemente ascendente hacia el SSE. A los 150 m aproximadamente, el sendero toma la forma de una trocha más amplia e ingresa a un bosque, y seguimos avanzando dentro del bosque por esta trocha empinada.

Unos 900 m más adelante, la trocha gira a la izquierda y un puente de madera cruza el río Desagüe. Cruzamos el puente y nos encontramos en zona de potreros, donde seguimos un sendero hacia el ESE. Unos 700 m más adelante, llegamos a un rancho (propiedad de Omar), el cual vimos como un sitio oportuno para desayunar —sin embargo, también era una buena opción de campamento si decidíamos realizar el acercamiento en dos días en lugar de uno.

Desde el rancho, seguimos avanzando por el sendero (en realidad, vimos varios senderos que en su mayoría se volvían a unir y separar a lo largo del recorrido) aproximadamente 1 km hasta llegar a un antena del ICE, y si acaso 100 m más adelante, el sendero ingresó a un bosque.

Unos 80 m más adelante, volvimos a salir a un claro de 60 m, y de nuevo el sendero dio al bosque. De aquí en adelante, todo el recorrido fue por bosque hasta llegar al sector de Los Quemaderos. En la primera sección del bosque, encontramos varios senderos y el camino a seguir era un poco confuso, pero nos mantuvimos a la derecha caminando en paralelo al cañón del río Desagüe. Conforme avanzamos, los senderos se fueron unificando en una sola ruta bien clara.

Avanzamos 750 m por el bosque hasta donde este se abre y revela la majestuosa vista de Los Quemaderos, ese sector del Volcán que se encuentra constantemente expuesto a los gases del cráter y donde toda vegetación ha muerto, dejando un paisaje lunar surrealista.

Seguimos el sendero hasta llegar a la planicie. A nuestra derecha, estaba el enorme cañón del río Desagüe. Vimos dos tributarios: el izquierdo, Mordor y el derecho, Dos Torres, los cuales se unen en la base de la gran torre de Barad-Dûr.  A pocos metros inicia la ruta de Mordor, pero nos faltaban 2 km más de caminata fuerte sobre Los Quemaderos para llegar donde inicia Dos Torres. 

Nos dirigimos al este por un sendero bien marcado por los miles de turistas que lo utilizan para subir al cráter activo. Ascendimos dos cuestas de terreno volcánico entre un bosque a nuestra izquierda y un afluente del río Desagüe a nuestra derecha. Luego de unos 700 m, cruzamos el afluente del Desagüe y continuamos subiendo 300 m más por otro sendero.

Nos dirigimos hacia el sur, prácticamente cruzando Los Quemaderos de lado a lado, subiendo y bajando varios cauces erosionados. De repente, la planicie de Los Quemaderos se abrió a un cañón que nos asombró con su inmensidad y belleza. Tuvimos mucho cuidado de no acercarnos demasiado al borde, por ser un terreno muy inestable.

Seguimos al SE, bordeando el cañón unos 200 m más hasta encontrarnos un pequeño cajón, donde desescalamos 8 m hasta llegar a la cabecera del R1.

 

LA RUTA

Una vez en la cabecera de R1 (60 m), teníamos la vista perfecta del Gran Cañón, que mide cerca de 400 m de largo por 200 m de ancho. Colindando el cañón a nuestra izquierda, apreciamos las empinadas laderas grisáceas del Cerro Pelón.  A la derecha, vimos una bella formación de piedra que nos hizo recordar Las Dos Torres de los libros de El señor de los anillos, de J. R. R. Tolkien.

Scott en el primer descenso hacia este cañón único en el mundo

Luego de disfrutar de la vista unos minutos, empezamos a temblar de frío, así que nos pusimos rápidamente nuestros trajes de neopreno de 5 mm.  Nos encontrábamos a una elevación de 2.260 m y el viento que se canalizaba por el cañón intensificaba el frío.

Ubicamos el anclaje abalakov (inspirado por el mundo de la escalada en hielo) que habíamos ya instalado en nuestra gira preruta. Decidimos usar este tipo de anclaje por nuestra experiencia en Mordor. Básicamente, todos los anclajes fueron arrancados por lahares, los cuales dejaron solo huecos en su lugar, y los que sobrevivieron quedaron irreconocibles por el nivel de oxidación.  

Arriba a la izquierda la formación rocosa que apodamos “Dos Torres”, a la derecha un barranquista color naranja desciende al cañón

Nuestros anclajes abalakov cuentan con redundancia y ecualización usando simplemente cordino de 7 mm y maillones, sin necesidad de instalar material metálico fijo.  Claramente la continua exposición a los gases del cráter irá oxidando el maillón y causando daños químicos al cordino, LO CUAL PONDRÍA EN PELIGRO NUESTRAS VIDAS si los usáramos para rapelear nuevamente luego de un periodo de exposición a los gases. Sin embargo, consideramos que es más fácil, económico y estéticamente sostenible estar cambiando cordino y maillones cada vez que visitamos el sitio, en lugar de instalar constantemente nuevos parabolts.

En el gran cañón hay derrumbes enormes de rocas volcánicas, como se observa al lado derecho

Usamos el abalakov para descender (la mayor parte del rapel cuelga libre después de pasar un pequeño extraplomo) hasta aterrizar en seco.  Al descender, observamos de cerca el paredón erosionado, testimonio prehistórico de la actividad volcánica, con numerosas capas de ceniza y otros materiales.  Abajo, a la izquierda, vimos una pequeña laguna celeste con rayas color café en el fondo. ¡Simplemente hermosa! La llamamos la Laguna de Gollum. La cuerda de 60 m que usamos alcanzó apenas para el aterrizaje.  La recuperación de la cuerda fue tan fácil que pudimos jalarla con una sola mano.

Allan e Isaac bordean una laguna en el primer descenso

 Nos encontrábamos ahora en un cañón inmenso, rodeados de paredones gigantescos de tonos que alternaban desde el grisáceo al marrón oxidado. Seguimos río abajo por un ambiente volcánico extremo, marcado por derrumbes enormes. Vimos y escuchamos piedras desplazadas por el viento que caían desde lo alto, lo cual nos hizo muy conscientes de la inestabilidad del terreno. Durante el trayecto, al lado derecho del cauce, encontramos lo que parecía ser una naciente mineral con algas y otras sustancias babosas posiblemente extremófilas. Tuvimos precaución de no pisar esta zona delicada.

Posibles bacterias extremófilas que encontramos en el gran cañón. Evitamos pisarlas

El cauce del Gran Cañón cambia de dirección, serpenteando río abajo. Bajando unos 400 m, donde el cañón se estrecha, llegamos al R2 (10 m), el cual cae a una poza profunda, y armamos un abalakov en la pared izquierda. 

Scott se asombra al entrar al Paso de Caradhras por primera vez

Poco después llegamos al R3 (7 m), donde colocamos un abalakov en una piedra grande al lado izquierdo. Este rapel también cae en una poza, pero definitivamente no es saltable.

Avanzamos 200 m y el cañón se estrechó aún más, con paredes altas y blancas, ¡bellísimo! De ahí bajamos una pendiente suave donde el agua se canaliza por un estrecho pasaje que llamamos El Paso de Caradhras, el cual culmina en un salto (5 m) a una poza profunda, seguido por el R4 (20 m), donde colocamos un abalakov en la pared izquierda. Este rapel también culmina en una gran poza profunda.

Allan rappelea el R5 (el Salto de Isengard) con un fondo volcáncio que parece seguir hasta el infinito

Poco después llegamos al R5 (30 m), donde instalamos un anclaje abalakov al lado derecho. Desde  la cabecera de esta cascada, se avista un gran tramo del extenso cañón. Por su belleza, apodamos esta catarata el Salto de Isengard. Este maravilloso rapel termina en otra poza profunda.

Nos detuvimos muchisimas veces para apreciar las bellezas de Dos Torres

Seguimos bajando por el cañón y vimos a nuestra izquierda una cascada de 20 m que desembocaba en el cañón principal.  Inmediatamente después, llegamos a otro salto (3 m).  Avanzamos 100 m más y desescalamos unos 7 m. 

Luego, el cañón se abrió y en un codo a mano derecha vimos una grieta baja que parecía ser un potencial escape.  Evidentemente, sería necesario dejar una cuerda antes y usar equipo de ascenso para salir. También podría servir como un punto de acceso para un equipo de rescate en caso de alguna emergencia. 

En los siguientes 300 m, pasamos una pared llorona a mano izquierda, seguida por un salto (5 m) a una poza profunda.  El cañón otra vez se estrechó y bajamos el R6 (20 m) colocando anclajes artificiales a mano derecha, y el R7 (12 m), por medio de un abalakov a mano izquierda.

Llegamos entonces al R8 (15 m), la Cortina de Lágrimas, y colocamos un abalakov en una piedra grande al lado izquierdo.  Buscamos poner un anclaje en la pared, pero la calidad de la piedra era muy mala, de cenizas compactadas.

Isaac saliendo de una de tantas bellísmas pozas de esta ruta

En los últimos 400 m el cañón se ensanchó nuevamente y caminamos con facilidad, donde encontramos solamente un pequeño salto (3 m).  Llegamos por fin a la base de la Torre de Barad-dûr, donde la ruta de Dos Torres termina y se une a la ruta de Mordor.

Scott, Allan e Isaac celebran la apertura de Dos Torres al llegar a la Torre de Barad-dûr

Avanzamos caminando (y nadando por las ocasionales pozas) unos 150 metros, hasta donde el pasadizo principal se estrecha y hace una curva a la izquierda. Aquí desescalamos por el caudal unos 5 metros y nos encontramos un pequeño tobogán en curva de unos 4 metros de largo. Nos lanzamos por el tobogán y caímos a una gran poza profunda de unos 10 metros de longitud, de la cual salimos nadando.

Seguimos progresando por el cañón, el cual nuevamente gira levemente a la derecha, y unos 50 metros más adelante volvimos a desescalar unos 2 metros por el caudal del agua. En esta parte ya nos habíamos alejado lo suficiente del sector de Quemaderos (la parte del Volcán que se encuentra constantemente expuesta a los gases) y por ende el cañón comenzaba a mostrar señales de vegetación y musgo.

Unos 60 metros más adelante nos encontramos con el R9 (13 metros). La gran mayoría del cañón de Mordor es formado por ceniza volcánica compactada, esta piedra parece maciza pero es en realidad de muy mala calidad; normalmente buscamos piedras macizas de basalto empotradas en la ceniza para realizar nuestros anclajes, pero dado que en este sitio no encontramos ninguna opción, optamos por hacer un anclaje natural a nivel del suelo del lado izquierdo. Por su posicionamiento, dudamos que este anclaje sobreviva una cabeza de agua, de ahí la importancia de cargar cinta o cordino para construir un nuevo anclaje en visitas posteriores. Luego de descender el primero, notamos que el aterrizaje era en agua profunda y sin obstáculos, por ende los demás miembros del equipo optamos por no anclarnos y más bien desescalar a una repisa y desde ahí saltar a la poza.

Allan salta a la poza del R5

Allan salta a la poza del R9

La poza de agua cristalina es profunda y extensa. Nadamos por ella unos 20 metros hasta salir del agua, y de ahi caminamos unos 50 metros más hasta llegar a otra desescalada de unos 7 metros.

A escasos 20 metros nos encontramos el R10 (8 metros), el cual anclamos artificial de una roca a la derecha del caudal, aunque bien se podía saltar, ya que el aterrizaje era en agua profunda, así que optamos por saltar.

50 metros más adelante llegamos a una sección donde podíamos desescalar unos 6 metros o saltar directamente a la profunda poza. De nuevo, optamos por saltar.

Avanzamos caminando por el cañón otros 100 metros más. Las paredes a nuestro alrededor cada vez se hacían más elevadas, hasta que llegaron a exceder los cien metros de altura. Encontramos el R11 (15 Metros), el cual armamos artificial a la derecha del caudal, y que aterriza en una poza profunda de aproximadamente 15 metros de longitud.

A escasos 20 metros el cañón hace una curva a la derecha y forma una pequeña salita lateral antes de estrecharse, y aquí nos encontramos con el R12 (16 metros), el cual anclamos artificial (construyendo un anclaje elevado para protegerlo de las cabezas de agua) a la derecha del caudal. Nuevamente el aterrizaje del rappel es en una poza profunda de unos 6 metros de longitud.

Instalando el anclaje del R8

Instalando el anclaje del R12

Luego de avanzar otros 50 metros nos encontramos con el R13 (20 metros), el cual anclamos artificial a nivel de suelo. Este rappel tiene un extraplomo bastante filoso y consideramos importante prestar particular atención a cuidar la cuerda. El aterrizaje, como es característico de este cañón, es en otra poza de agua profunda, de unos 10 metros de longitud.

A escasos 30 metros nos encontramos con la oportunidad de saltar o toboganear 6 metros hasta una gran poza de unos 6 metros de longitud.

Caminando unos 50 metros más adelante nos encontramos arriba del R14 (22 metros), donde podíamos ver delante de nosotros una serie de caídas que llevan al sector más profundo y oscuro del cañón, el cual apodamos las entrañas de la bestia. Al no encontrar ningún sitio apto para anclar artificial o natural, optamos por construir un anclaje Abalakov en una piedra en el centro del caudal. Nuevamente, no creemos que este anclaje sobreviva una cabeza de agua, de ahí recordamos la importancia de llevar siempre material para construir nuestros anclajes cuando esto sea necesario.

Descendimos por cuerda y avanzamos otros 30 metros hasta llegar al R15 (20 metros), el cual anclamos artificial en la pared de piedra a la derecha del caudal. Este rappel nos llevó directamente a las entrañas de la bestia, una gran poza profunda con paredes absolutamente verticales, escondida dentro de una oscura “casi caverna”. Las entrañas de la bestia no cuenta con ningun sitio donde ponerse de pie más que una repisa mojada que conforma la siguiente catarata, y el único lugar con piedra maciza para anclar se encuentra en la pared izquierda varios metros sobre el agua. Por este motivo, el ultimo integrante del equipo debió tratar este rappel como un multipitch en secuencia con el R16 (17 metros), o sea que en lugar de rappelear hasta la poza de agua debió hacer un péndulo hacia la izquierda hasta alcanzar la estación colgante del R16, y desde allí recuperar cuerda y volver a instalar para el rappel siguiente.

Arriba del R10, con vista a las entrañas de la bestia.

Arriba del R14, con vista a las entrañas de la bestia.

El R16 aterriza en aguas profundas (pero con bloques de piedra, por ende no pudimos saltar), de las cuales salimos nadando para encontrarnos inmediatamente una desescalada bastante expuesta. Por seguridad, optamos por instalar un anclaje (R17, 6 metros), aunque de nuevo las paredes eran pura ceniza compactada y solo encontramos un pequeño bloque de basalto donde pudimos colocar un solo parabolt, el cual usamos para colgar la cuerda y asistirnos en la desescalada por el chorro.

Saliendo de las entrañas de la bestia.

Saliendo de las entrañas de la bestia.

Aterrizamos en una poza profunda de unos 15 metros de longitud. Una vez fuera del agua, nos encontramos con que el cañón se abre bastante y deja de ser tan encerrado y vertical, aunque aún nos faltaba avanzar para encontrar la salida.

Caminamos unos 160 metros con ocasionales desescaladas hasta llegar al R18 (20 metros), donde anclamos artificial a nivel de suelo sobre una enorme roca colapsada. Para proteger la estación de rappel de las crecidas tuvimos que colocarla en un sitio con una salida algo incómoda, así que tuvimos cuidado y usamos la asistencia de nuestros compañeros para llegar a ella. De ahí rappeleamos pasando un extraplomo hasta aterrizar en una gran poza profunda de unos 8 metros de longitud.

Inmediatamente después nos encontramos dos curvas en el cañón,  donde desescalamos por un cajoncito encerrado que se vuelve a abrir poco después. Avanzamos otros 50 metros hasta llegar a un tobogán (o salto) de 5 metros, el cual aterriza en una gran poza profunda.

Mordor comenzaba a abrirse paulatinamente y el recorrido se hizo visiblemente más plano. Seguimos avanzando unos 370 metros hasta encontrarnos con la unión de un río tributario (el cual no aparece en el topográfico 1:50k).

Unos 250 metros más adelante llegamos a una pequeña catarata, la cual podíamos desescalar o saltar (unos 3 a 5 metros, dependiendo de donde se opte saltar).

Unos 125 metros más adelante (a la derecha de otra cataratita que ingresa a otro pequeño cajón) encontramos la rampa de salida hacia los potreros.

SALIDA

Una vez que el río alcanza los potreros, en pocos minutos remontamos al sendero de acceso y de ahí caminamos de vuelta hacia Bajos del Toro.

El equipo de Toros dentro del cañón

CAUDAL

El caudal del río Desagüe en un día soleado es bajo, particularmente en el sector más cercano al cráter; no obstante, este sigue siendo uno de los ríos más peligrosos de Costa Rica. La cuenca se ubica en medio de un vasto paisaje lunar conocido como Los Quemaderos del Volcán Poás.  Esta zona carece completamente de vegetación debido a su constante exposición a los gases ácidos que emanan del cráter. El terreno se encuentra cubierto de ceniza y rocas acumuladas durante milenios de erupciones. En caso de lluvia, las aguas se canalizan rápidamente por medio de numerosos cauces y confluyen hacia el profundo cañón del río Desagüe. Incluso las lluvias ligeras pueden fácilmente desatar inundaciones repentinas.  Los Toros ingresamos a Dos Torres únicamente en temporada seca y con un pronóstico climático favorable.

Las fantásticas aguas Esmeraldas de Mordor

FICHA TÉCNICA

TEMPORADA: De Enero a Abril

DESNIVEL: 550 metros

LONGITUD: 2.9 Km

APROXIMACIÓN: 6.8 Km

DESCENSO: 5 - 8 Horas

SALIDA: 3.9 Km

RÁPEL MÁS LARGO:  60 metros

CUERDAS: 2×60 metros

MATERIALES: Cordino de 7mm (para reemplazar Abalakov del R1), maillones, parabolts y equipo perforante.

NEOPRENO: 5 - 7 mm

PELIGRO DE CABEZAS DE AGUA: Elevadísimo. Se llama Río Desagüe por un motivo: cada vez que llueve en las partes altas del volcán hay deslizamientos en las paredes del barranco, formando fuertisimas cabezas de agua y lahares que han esculpido esta profunda garganta.

HOJA 1:50k: Quesada